¿POR QUÉ EL OSO POLAR?

Es cierto que no fue el primer nombre en que pensé para bautizar al blog de la materia de Ciencias de la Tierra, pero la reciente lectura de un artículo sobre este animal me empujó a escogerlo como adalid de las pretensiones de este blog.
El oso polar, largo tiempo rey del lejano desierto ártico, no es el único ser vivo sobre el que se cierne un futuro incierto. No obstante, vivimos en un planeta cambiante en que ningún ser vivo tiene la certeza de pervivir para siempre.
El oso polar, depredador en la cúspide de la cadena trófica, solo se ha visto realmente amenazado por un depredador aún más voraz, el hombre.Pero a las amenazas tradicionales, como la caza indiscriminada, se le suman la acumulación de contaminantes en el hielo y atmósfera árticos y el calentamiento global que está amenzando a su ecosistema, amenazas provocadas también indirectamente por el hombre. Según estudios canadienses (2005) el hielo de las zonas habitadas por estos animales se está derritiendo hasta tres semanas antes que en la década de 1970, obligando al oso a retirarse a tierra firme sin haber completado sus reservas de grasa, que pierden durante el verano y el otoño en forma tan crítica, que afecta la capacidad de las hembras para quedar preñadas y minan su capacidad de producir leche para alimentar a sus crías. Esto ha provocado una caída del 15% en la tasa de nacimientos.
Al verlo dormido acurrucado en el frío hielo, fuerte y frágil a la vez, ajeno a la condena que parece cernirse sobre su especie, no me parece tan diferente de la nuestra. El hombre de hoy, inmerso en su mundo, en sus propios problemas y comodidades, parece incapaz de poner freno a los impactos ambientales que provoca su actividad en el medio; parece haber olvidado que forma parte de la naturaleza, que depende de ella y que por tanto "el daño" le será devuelto, parece ajeno a su propia condena. Pero la diferencia es que el hombre puede remediarlo, el oso polar no. Tú decides, ¿pasarás a la acción?