La NASA desvela algunos de los secretos de Eta
Carinae, uno de los sistemas estelares más luminosos y extraños del universo.
Situada a 7.500 años luz de la Tierra, Eta Carinae se
compone de dos colosales
estrellas que se orbitan: la masa de la mayor multiplica por 90 la
del Sol y su brillo supera cinco millones de veces el de nuestra estrella; la
menor posee unas 30 masas solares y “solo” emite un millón de veces más de luz
que el astro que nos da la vida.
Este monstruo galáctico viene sorprendiendo a los astrónomos desde mediados del siglo XIX, cuando llegó a nuestro planeta la luz que produjo una enorme erupción surgida de su superficie. El cataclismo, cuyas razones se escapan a los científicos, lanzó al espacio una cantidad de gas y polvo equivalente a diez veces la masa del Sol y rodeó a Eta Carinae de lo que llamamos Nebulosa del Homúnculo.
Este monstruo galáctico viene sorprendiendo a los astrónomos desde mediados del siglo XIX, cuando llegó a nuestro planeta la luz que produjo una enorme erupción surgida de su superficie. El cataclismo, cuyas razones se escapan a los científicos, lanzó al espacio una cantidad de gas y polvo equivalente a diez veces la masa del Sol y rodeó a Eta Carinae de lo que llamamos Nebulosa del Homúnculo.
La NASA acaba de anunciar los resultados de un largo
estudio que ha empleado los datos e imágenes de satélites, telescopios espaciales
(como el Hubble)
y terrestres para obtener modelos en 3D que revelan nuevos aspectos de la
interacción de las dos estrellas que forman este sistema estelar, el objeto más luminoso en un radio de 10.000
años luz alrededor de la Tierra.
Los dos componentes de este cuerpo celeste binario emiten potentes flujos de gases ionizados que salen disparados a velocidades de más de un millón de kilómetros por hora, rodean a las dos estrellas y permiten medir algunas de sus propiedades. Ted Gull, astrofísico de la NASA que coordina la investigación, asegura que las nuevas observaciones nos ayudarán a entender “el estado y la compleja estructura de Eta Carinae, aunque nos queda mucho para explicar sus pasadas erupciones y predecir su futuro”.
Los astrónomos pensaban que Eta Carinae era un objeto único, pero otro equipo de investigadores de la NASA ha hallado cinco estrellas similares: dos situadas en la galaxia M83, a 15 millones de años luz; y otras tres en las galaxias NGC 6946, M101 y M51 respectivamente, localizadas a distancias de entre 18 y 26 millones de años luz. Estos descubrimientos arrojarán luz sobre la forma en que las estrellas masivas se forman, evolucionan y mueren.
Los dos componentes de este cuerpo celeste binario emiten potentes flujos de gases ionizados que salen disparados a velocidades de más de un millón de kilómetros por hora, rodean a las dos estrellas y permiten medir algunas de sus propiedades. Ted Gull, astrofísico de la NASA que coordina la investigación, asegura que las nuevas observaciones nos ayudarán a entender “el estado y la compleja estructura de Eta Carinae, aunque nos queda mucho para explicar sus pasadas erupciones y predecir su futuro”.
Los astrónomos pensaban que Eta Carinae era un objeto único, pero otro equipo de investigadores de la NASA ha hallado cinco estrellas similares: dos situadas en la galaxia M83, a 15 millones de años luz; y otras tres en las galaxias NGC 6946, M101 y M51 respectivamente, localizadas a distancias de entre 18 y 26 millones de años luz. Estos descubrimientos arrojarán luz sobre la forma en que las estrellas masivas se forman, evolucionan y mueren.
Imagen: Así captó el
telescopio espacial Hubble la Nebulosa del Homúnculo que rodea a Eta Carinae y
es la prueba de una antigua erupción de gas y polvo. (NASA / ESA)
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