El cambio climático, cuyos efectos son visibles en la
naturaleza, deja también su huella en fenómenos poco conocidos o de los
que no tenemos registros recientes. El rapto de las aguas de un río por
otro, un acontecimiento que los geólogos llaman captura fluvial, ha sido
observado en el norte de Canadá. El retroceso de uno de los glaciares
más grandes del Territorio Yukón ha dejado seco a un río para acabar
alimentando a otro.
El suceso, publicado este lunes en
la revista Nature Geoscience, describe cómo el agua del deshielo del
glaciar Kaskawulsh, que retrocedió un kilómetro y medio a lo largo del
siglo pasado, se ha fundido rápidamente ahora y ha dejado de discurrir
hacia el cauce del río Slims, que desemboca en el Mar de Bering, para
hacerlo en el río Kaskawulsh, que lo hace en las aguas del Pacífico del
golfo de Alaska.
Se trata del primer caso conocido de
captura fluvial que ha sido documentado, no en un registro geológico de
hace millones de años, sino en nuestra época.
Aunque
las capturas fluviales son provocadas normalmente por los movimientos
de la corteza terrestre, la erosión, o deslizamientos de tierra, este
evento detectado en Canadá ha tenido su origen en el deshielo de un
glaciar, que vinculan con el cambio climático.
"Los
geólogos han visto capturas fluviales, pero nadie que sepamos nunca ha
documentado que esto suceda", dijo Dan Shugar, investigador de la
Universidad de Washington Tacoma y autor principal del estudio. "La
gente había mirado el registro geológico -hace miles o millones de años
-no en el siglo XXI, cuando está sucediendo delante de nuestras
narices".
Los autores atribuyen el desvío del cauce a un
cambio climático que produjo el desarrollo de un cañón de paredes de
hielo que ha acabado por desplazar la masa de agua de su posición
anterior. "Un cañón de 30 metros había sido tallado a través de la
terminación del glaciar. El agua de deshielo fluía a través de ese cañón
de un lago glacial a otro lago glacial", explicó Shugar en una nota de
prensa.
Como
consecuencia de ello, el cauce de un río ha sido reorientado hacia una
cuenca fluvial distinta, lo que ya está causando un gran impacto en la
evolución del paisaje, el ecosistema de la zona, o el abastecimiento de
agua de la región. De hecho, las aguas del río Alsek, patrimonio mundial
de la UNESCO por sus aguas bravas, han modificado su caudal debido a la
adición de agua del río Slims.
Para comprender lo que
ocurría, los científicos recrearon un modelo de elevación del terreno en
la cabecera y frente del glaciar, a través de imágenes de satélite,
helicópteros, drones, y datos del caudal de la cuenca, estudio que
evidenció la muerte geológica del río. A finales del pasado verano,
"apenas había flujo", aseveró Shugar.
Por su parte, John
Clague, coautor de esta investigación por la Universidad Simon Fraser
de Canadá, comenzó a estudiar este glaciar hace años y observó que el
caudal del lago Kluane, el más grande del Yukón, había variado su nivel
de agua en 12 metros hace unos siglos, por lo que hace una década
predijo que el río Slims desaparecería si el glaciar sufría un
retroceso.
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