El Informe anual de la Calidad del Aire de Ecologistas en Acción denuncia
que las administraciones públicas "arriesgan la salud de la ciudadanía" al no dar importancia suficiente a
la contaminación. Se trata de un
problema generalizado en toda la Península, "no solo está en las áreas metropolitanas, como
se cree".
Un total de 44,8
millones de personas respiraron aire contaminado durante el año 2013, lo que supone el 95% de la
población, si se toman en consideración los niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la Organizacion Mundial de la Salud.
Tomando como referencia los valores límite
establecidos por la Unión Europea (UE) el porcentaje cambia, llegando tan sólo
a un 36%. No obstante, esto se debe a que la UE "utiliza un límite menor para que los gráficos no provoquen
situación de alarma". Además, "las autoridades sanitarias ya ha advertido que se han
registrado cerca de 20.000
fallecimientos prematuros en España debido a la contaminación atmosférica que supera los parámetros
establecidos por la OMS, lo que supone ocho veces más que las muertes por accidentes de tráfico”.
Las partículas en suspensión se encuentran en mayor
concentración en Castilla-La Mancha, Murcia, la zona suroeste de Madrid, el
litoral cantábrico y el norte de Cataluña. En cuanto al dióxido de nitrógeno,
su concentración se centra en las áreas metropolitanas de Barcelona, Madrid,
Valencia, Murcia y Granada.
Sin embargo, el problema de la concentración de ozono troposférico es "mucho más
grave", pues está
más generalizado y "pone en peligro la salud pública" de toda la
Península, pues alcanza
a "más de 40 millones de habitantes", suponiendo una repercusión sanitaria de amplia extensión.
Además, hay otro índice que preocupa a Ecologistas en
Acción, pues, por primera vez en España, se ha registrado un nivel preocupante de benzopireno,
un cancerígeno muy potente. Esta alerta ha saltado en toda la comunidad
catalana, en especial en la zona de la Plana de
Vic. Según
afirma este coordinador, los expertos achacan este incremento a la "quema
de biomasa como combustible", es decir, la elaboración de combustibles mediante la combustión de materia orgánica. Así, a partir de este momento se
ampliarán las mediciones para controlar la evolución de este hidrocarburo en todos los territorios del Estado.
La mayor parte de los contaminantes proceden del tráfico rodado, las centrales térmicas, la actividad industrial, con gran importancia en cuanto al
refinado de petróleo, y del tráfico marítimo.
Así, los expertos indican que aunque el dióxido de
nitrógeno y las partículas han disminuido, esto se debe a la crisis económica y no a las medidas adoptadas por las
administraciones públicas. Ha disminuido la producción energética en un 37%, debido a la sustitución de las centrales térmicas por
otras que utilizan las energías renovables.
EL MUNDO.
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