La
fortaleza de los océanos puede sorprendernos con fenómenos tan bellos como
peligrosos. Todos hemos oído hablar de tormentas demoledoras, tsunamis que
arrasan todo cuanto encuentran a su paso, remolinos capaces de engullir un
barco entero… Sin embargo, en las profundidades del océano atlántico, tiene
lugar un fenómeno natural que la mayoría desconocemos: El dedo de hielo o dedo
de la muerte, una columna de hielo y sal que congela a toda criatura marina que
se cruce en su camino.
Formalmente se les denomina “carámbanos
submarinos”. Tienen aspecto de huesudos dedos, son muy parecidos a las
estalactitas.
Este
carámbano de hielo se origina en la superficie del mar y poco a poco va
descendiendo hacia las profundidades. El fenómeno
sucede sólo en las aguas más frías de nuestro planeta, en el océano Antártico
y, en la estación invernal. Cuando las temperaturas llegan a bajar de los -20
grados estos carámbanos se sumergen en las profundidades hasta llegar al
lecho marino donde se propagan congelando a todas las criaturas marinas que se
encuentran a su paso.
Este
asombroso fenómeno se conoce desde 1947 y se da sólo en las superficies
heladas, ahí donde las capas de sal, que se
quedan siempre en la superficie, terminan
hundiéndose poco a poco al ser más pesadas que el resto del agua. En su
descenso van adquiriendo esas formas alargadas tan tétricas que los científicos
llaman dedos o brazos de la muerte. Van
sumergiéndose por la fuerza de su peso y su continua formación. Un proceso que
dura entre 5 y 6 horas y que siempre es letal, porque su destino va a
ser llegar al suelo y atacar con su manto frío cualquier forma de vida
submarina.
El
agua salada tiene un punto de congelación más bajo que el agua dulce, es por
eso que a 0 grados centígrados el mar no se congela. La sal disminuye el punto
de congelación del agua así que cuanto más salada sea el agua más baja tendrá
que ser la temperatura para que se congele.
Cuando el ambiente alcanza la temperatura de
congelación del mar se forma una especie de estructura de “esponja” con finos
canales por los que fluye el agua con gran cantidad de sal (que no se ha
congelado). Sobre la capa de hielo la temperatura ambiente es inferior a -20
grados, pero bajo ella el agua del mar se encuentra a -2 grados. El calor
asciende del “cálido” mar (a mayor temperatura menor densidad) hasta los fríos
vientos helados de la superficie, de esta forma se crea nuevas capas de hielo
bajo las capas existentes.
La salmuera (agua cargada de sal) que hay dentro de
la estructura esponjosa debido a que es más densa que el agua del mar desciende
hasta el fondo. Pero como se encuentra muy por debajo de la temperatura de
congelación transforma en hielo el agua de mar que toca, formando dedos de
hielo que crecen hacia al fondo a medida que la salmuera
desciende.
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