La presa de Oroville, en California, era este lunes por la noche un desastre a punto de ocurrir. Los equipos de emergencia tienen 72 horas para reparar un muro que, de romperse, puede escupir una montaña de agua sobre decenas de kilómetros a la redonda de la segunda reserva de agua más grande del estado. El Departamento de Recursos Hídricos no tiene más opción que probar por primera vez los límites de la resistencia de la infraestructura, y esperar que aguante. Se trata de vaciar todo el agua que se pueda antes de que el jueves llegue una nueva tormenta, prevista por los meteorólogos, y a la vez reforzar el muro que amenaza con romperse. LEER MÁS...
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