sábado, 31 de enero de 2015

Récords y curiosidades climatológicas.

MAYOR  TEMPERATURA REGISTRADA
La mayor temperatura ambiental registrada en un día se produjo el desierto de El Azizia, Libia, un 13 de Septiembre de 1922 y fue registrado por una estación meteorológica mantenida por exploradores europeos en la región.
En el interior de la estación se registraron 57,8ºC, calculándose al sol unos 66ºC. Debido a que en el lugar que se registró la medición estaba cerca de una extensa fuente de agua que amortiguó el calor, se piensa que la temperatura en el desierto de Azizia pudo superar los 70ºC.
En el Valle de la Muerte, EE.UU, el 10 de julio de 1913 se registraron 56,6ºC, y es considerado como uno de los lugares más calientes de la Tierra. Aunque este honor le pertenece a la población de Dallol, en Etiopía, que mantiene el récord de temperatura media anual con 34,4ºC.

MENOR TEMPERATURA REGISTRADA
La temperatura más baja registrada fue en la Antártida, en la estación Vostok un 31 de Julio de 1983 cuando los instrumentos de medición llegaron a marcar unos 89.6 grados bajo cero.
Tan insoportable resultó para los integrantes del equipo de la estación, que para protegerse del frío, se metieron en el interior de las cámaras frigoríficas industriales del complejo, que si ciertamente mantenían una temperatura heladora, las paredes y el aislante de estas les protegían del frío extremo del exterior.
La estación Vostok se encuentra a 3488m de altitud. Fue establecida por Rusia en 1957 y, actualmente, está gestionada por los rusos, americanos y franceses. Viven en ella un promedio de 25 investigadores en verano y 12 en invierno.
La temperatura media anual es de –61ºC y oscila entre los –37,0ºC de enero y los –73,9 ºC de agosto.

MAYOR  VARIACIÓN ANUAL DE TEMPERATURA
En Verkhoïansk, Siberia, se registró una diferencia de 104ºC entre la temperatura más alta medida en el año, 36,7ºC y la más baja,  -67,7ºC.

MAYOR VARIACIÓN DE TEMPERATURA EN UN DÍA
En Browning, Montana, Estados Unidos, entre el 23 y el 24 de enero de 1916 la diferencia entre la temperatura máxima y mínima del día fue de 55,5 ºC (de -6,7 a 48,8 ºC).

VARIACIÓN DE TEMPERATURA MÁS RÁPIDA
El 2 de enero de 1943, en Rapid City (Dakota del Sur – Estados Unidos) tuvo lugar un ascenso de 16 ºC de temperatura en un período de 10 minutos: paso de -20 a -4 ºC. Un caso parecido ocurrió en Tucumán el 12 de julio de 1965. La temperatura subió de -0,7 a 16,5 ºC en un período de 40 minutos. Luego un viento cálido aún hizo subir la temperaturahasta los 35ºC.

EL LUGAR MÁS SECO DEL MUNDO
El desierto de Atacama, Chile, es el lugar más árido del mundo. Llueve cada 15 años, llegándose a registrar hasta 300 años sin llover.
Situado entre Los Andes y El Pacífico, a pesar de ser uno de los sitios más inhóspitos, es también de los más visitados. Fronterizo con Bolivia, Perú y Argentina, registra temperaturas entre -25ºC y 45ºC.
En él se encuentra una gran variedad y riqueza natural; desde minas de oro y plata, hasta los Geysers de Tatio, el Salar de Atacama o las Lagunas Altiplánicas de Miscanti y Miñiques, a 4000m de altura y cerca del volcán Ojos del Salado, que con sus 6.893 metros es el volcán más alto del mundo.
El lugar habitado más seco del mundo es Asuán, en Egipto, donde el promedio anual de lluvias es de 50 mm.

EL SITIO DONDE MÁS LLUEVE Y EL MÁS HÚMEDO
El monte hawaiano Wai-ale-ale, que tiene 1.569 metros de altura, aunque no tiene los récords más altos de precipitación total, sí lo tiene en el que llueve más de 350 días al año.
En cuanto a pluviometría es Lloró, en Colombia, donde según fuentes del año 2000, ostenta el récord mundial con 13299 mm de lluvia al año. También en Colombia, el Monte Tutenendo con niveles de 11770 mm a 12045 mm de lluvia anual.
En la India, debido al monzón, entre junio y agosto dos lugares contabilizan importantes registros: Mawsynram con 11877 mm.y, sobre todo, la cercana Cherrapunji, que si bién actualmente recoge 10820 mm de lluvia al año, fue considerada durante algún tiempo la zona más lluviosa del planeta marcando récords: entre el 1 de Agosto de 1860 y el 31 de Julio de 1861 (que comprende 2 épocas húmedas) se registraron 26467 mm de lluvia.

EL LUGAR MÁS SOLEADO
El lugar más soleado del mundo es el  Sahara Occidental, que está bajo los rayos del sol el 90 % de las horas del día.
El desierto del Sahara es el más grande del mundo (9.065.000 km² de superficie). Situado al norte de África, limita al norte con el Mediterráneo y las montañas Atlas, al este con el Mar Rojo y al oeste con el Atlántico. Se extiende por los siguientes países: Argelia, Túnez, Marruecos, Sahara Occidental, Mauritania, Malí, Níger, Libia, Chad, Egipto y Sudán.

EL LUGAR MENOS SOLEADO
Sin lugar a dudas, el sitio menos soleado es el Polo Sur, con 182 días soleados al año.

EL RELÁMPAGO DE CATATUMBO
Al sur del lago Maracaibo (Venezuela), de los más grandes del mundo y el mayor de Sudamérica con 14.000 Km2 con un puente de 8700m que une las dos orillas, se produce un excepcional fenómeno denominado el relámpago del Catatumbo: durante más de 160 días al año se producen potentes tormentas eléctricas con un continuo descargar de rayos y relámpagos (280 descargas por hora).
Este torrente eléctrico produce un elevado porcentaje de toda la capa de ozono, lo que convierte al relámpago del Catatumbo como el mayor regenerador de dicha capa.
En Bogor, Isla de Java, se constató en 1916 el récord de tormentas en un año, 322 días tormentosos.
Y en el Lago Victoria, en el centro de África con una superficie de 69.482 Km2 y una de las fuentes del Nilo, se producen tormentas entre 200 y 250 días al año.
La tormenta considerada más mortífera, se produjo en Bangladesh en 1991, cuando un ciclón causó 500.000 muertos y sepultó 10 islas.

LLUVIA SIN NUBES
Curioso fenómeno ocurrido el 20 de enero de 1935 en Oxfordshire (Inglaterra) durante un día totalmente despejado. La explicación fue la congelación de la humedad atmosférica a causa de las bajas temperaturas, y al caer los copos de nieve se fundían en pequeñas gotas de lluvia.

EL GRANIZO MÁS GRANDE
El granizo más grande, fue registrado en el distrito de Gopalganj de Bangladesh, el día 14 de abril de 1986. Alcanzó el peso de 1,02 Kg. Semejante granizada mató a 92 personas.
La granizada que en 1928 cayó en Nebraska (Estados Unidos) estaba formada por bolas de 680 gramos y 43 cm de circunferencia.
El Guiness recoge como el granizo más grande el caído en Coffeyville, Kansas (Estados Unidos) que tenía 190 mm. de diámetro, 444 mm. de circunferencia y pesaba 758 gramos cuando fue fotografiado.
La peor tormenta de granizo cayó sobre Maredabad, en La India, en 1888 provocando la muerte de 246 personas.

LA MAYOR NEVADA
La que tuvo lugar en Pardise, Estados Unidos, durante el invierno de 1955-1966 cayeron 25,40 metros de nieve.
El mayor copo nieve del que se tiene constancia midió 12 centímetros de diámetro y calló en Berkhamsted (Inglaterra) en 1951.

NIEVE ROSA
La tierra roja del Sahara, arrastrada por los vientos hasta los Alpes europeos causó una nevada de color rosa.
En las regiones polares costeras y alpinas de todo el mundo donde las temperaturas frías son comunes a lo largo de todo el año, se produce la nieve rosa causada por la presencia del organismo Chlamydomonas nivalis, un alga psicrófila que, valga la redundancia, se desarrolla perfectamente en el intenso frío de la nieve y a gran altura. Organismo caracterizado por tornar de color rojizo la masa de nieve en la cual se encuentra cuando esta es pisada o presionada. Entonces, el alga suelta un carotenoide de color rojizo que, en condiciones normales, utiliza para absorber calor, tiñendo la nieve.

EL ARCO IRIS MÁS DURADERO
El observado en Sheffield (Inglaterra) el 14 de marzo de 1994. Duró 6 horas, desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde.


La capa de ozono en la Antártida se recuperará hacia 2080
La historia del llamado agujero de la capa de ozono: en menos de 20 años se predijo el problema (y después mereció el Nobel), se midió sobre la Antártida y se alcanzó un acuerdo internacional (Protocolo de Montreal, 1987) para prohibir el uso de los compuestos químicos que destruyen el ozono. El grosor de la capa de ozono sobre la Antártida recuperará, en 2080, los niveles de 1950.
La capa de ozono es una pantalla natural que filtra la radiación ultravioleta de la luz solar nociva para los seres vivos, capaz de provocar en las personas quemaduras de piel, cáncer y cataratas. Una molécula de ozono está formada por tres átomos de oxígeno y en la estratosfera se concentra en una banda a una altura de unos 20 kilómetros. Hay una molécula de ozono por cada 100.000 moléculas de aire. Se genera ozono cuando la radiación ultravioleta rompe moléculas de oxígeno, y se destruye por reacciones químicas del cloro y del bromo, emitidos a la atmósfera en los CFC y los halones.
En los ochenta se emitían 500.000 toneladas de CFC al año, alcanzándose un valor acumulado de 30 millones de toneladas en la atmósfera, una sexta parte de las cuales llegaban a la estratosfera.
Aunque la destrucción del ozono no se limita a la Antártida, el agujero antártico se debe a la meteorología allí y al frío extremo durante el invierno, que reactiva la producción de cloro y bromo a partir de los gases contaminantes; cuando llega la luz de primavera se acelera la pérdida de moléculas de ozono.

En cuanto a los destructivos CFC -prohibidos desde 2000 por el Protocolo de Montreal y sustituidos por los compuestos alternativos en sus usos industriales- su nivel alcanzó el máximo en 2001 y luego empezó a decrecer. Pero su efecto es duradero y el agujero antártico sigue apareciendo cada primavera; en 2006 se registró su mayor extensión: 28 millones de kilómetros cuadrados.

viernes, 30 de enero de 2015

¿REVERSIÓN DE POLOS?

Según el orden natural, en los últimos 20 millones de años, los polos se han revertido en promedio cada 200 mil a 300 mil años. Sin embargo, en la actualidad, estamos bastante "atrasados", dado que el último evento de este tipo se produjo hace unos 780 mil años.
 
 
  Pero también se sabe que la reversión de los polos es una realidad que suceder de manera "lenta". Es decir, hoy se sabe que los polos del campo magnético cambian de lugar rutinariamente, pero en un largo proceso que toma entre 1.000 y 10.000 años.
 
Dado su debilitamiento durante los últimos dos siglos, algunos científicos creen que nos estamos acercando a un nuevo periodo de reversión a largo plazo. No habría riesgo para la vida en la Tierra, y señalan también que la magnetósfera es muy difícil que se desaparezca, por lo que estaríamos virtualmente protegidos durante este periodo de reversión.
 
Pero un campo magnético demasiado débil, de todos modos, nos traería problemas. De hecho, algunos investigadores, entre ellos Jean Pierre Valet, aseguran que habría una relación directa entre la extinción de los Neandertales y un significativo debilitamiento de la intensidad del campo magnético de la Tierra ocurrido durante el mismo periodo.

miércoles, 28 de enero de 2015

La mitad del dióxido de carbono que los lagos emiten a la atmósfera procede de la disolución de las rocas


Científicos del Instituto Catalán de Investigación del Agua (Icra) han descubierto que la mitad del dióxido de carbono (CO2) que los lagos emiten a la atmósfera procede de la disolución de las rocas. En el hallazgo, publicado en la revista 'Nature Geoscience', han colaborado la Universitat de Barcelona (UB) y el Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3), ha informado el Icra en un comunicado este lunes. El trabajo conjunto ha permitido constatar que cerca de la mitad de las emisiones del CO2 de los lagos de todo el mundo son el resultado de un proceso que no se había considerado hasta ahora: la meteorización de las rocas de la cuenca. Más del 90% de los lagos y embalses en el mundo están sobresaturados de COdisuelto en agua, lo que provoca que la mayoría de los ecosistemas acuáticos emitan de forma natural CO2 a la atmósfera, un proceso que afecta al ciclo global del carbono que controla el clima en la Tierra. Hasta ahora se pensaba que el mecanismo principal que explicaba las emisiones de CO2en lagos era la actividad de los organismos acuáticos, -es decir, la respiración-, un proceso que genera CO2 que se libera al medio. Sin embargo, el estudio sugiere que la meteorización de las rocas es un proceso tanto o más importante en el balance de carbono de estos ecosistemas, y pone en cuestión la hipótesis tradicional para explicar el origen de la sobresaturación de CO2 en lagos.

lunes, 26 de enero de 2015

Proponen estudiar la atmósfera de Júpiter con un enjambre de microsatélites.

Un enjambre de diminutas sondas, cada una con un sensor diferente, podría ser esparcida en las nubes deJúpiter para registrar datos, antes de calcinarse en la atmósfera gaseosa del planeta gigante. Las sondas tendrían un margen de actividad estimado de 15 minutos de acuerdo a los científicos planetarios que proponen esta misión enInternational Journal Space Science and EngineeringLa transmisión de 20 megabits de datos durante más de quince minutos sería suficiente para permite a los científicos obtener una imagen de una gran parte de la atmósfera del planeta.
 El sobrevuelo y la órbitación han proporcionado a los astrónomos una gran cantidad de información acerca de la "superficie" de los planetas exteriores y las lunas que orbitan los planetas. Sin embargo, el sondeo profundo de sus atmósferas requiere penetrar en las densas nubes para obtener datos significativos.
   Una nave espacial que pesa más de 300 kilogramos cae demasiado lentamente, lo que tiene el efecto neto de reducir la cantidad de datos que se transmiten ya que la señal debe viajar más lejos.
   Las sondas mucho menores, posibles gracias a la miniaturización de la electrónica, las cámaras y otros instrumentos, podrían sobrevivir a la caída a través de la atmósfera de Júpiter durante mucho más tiempo sin paracaídas, según John Moores, del Centro para la Investigación de la Tierra y Ciencias del Espacio (CISS), en la Universidad de York, Toronto. "Nuestro concepto muestra que para una pequeña sonda, puede quitarse el paracaídas y aún así obtener suficiente tiempo en la atmósfera para tomar datos significativos, manteniendo la velocidad de transmisión", explica Moores.

MISIÓN JUICE DE LA ESA

   Los pequeños satélites que pesan menos de un kilo, conocidos como micro, nano y cubo satélites, ya se utilizan en la órbita terrestre para una amplia gama de aplicaciones. Existen limitaciones en cómo dotarles de suficiente energía y requieren una infraestructura importante para recoger sus señales de datos. El equipo sugiere que la presencia del orbitador JUICE de la Agencia Espacial Europea (ESA) en el sistema joviano para la década de 2030 podría facilitar una misión tándem que lleve microsatélites al planeta. La plataforma de la misión ha sido bautizada SMARA (SMAll Reconnaissance of Atmospheres).
   La misión puede ayudar a abordar diversos aspectos de la ciencia planetaria. Por ejemplo, dado que más de dos tercios de la masa total del sistema solar, no incluyendo el Sol, forma Júpiter, su estudio es importante para la comprensión de la naturaleza de la nebulosa solar de la que se formaron el Sol y todos sus planetas. Además, Júpiter está bajo constante bombardeo de cuerpos pequeños, como los asteroides, y la comprensión de su atmósfera podría arrojar nueva luz sobre la naturaleza de éstos. La atmósfera del planeta puede incluso representar un registro histórico de impactos recientes que proporcionan información acerca de la composición del sistema solar.
   Además, Júpiter es el más profundo de todos los ambientes planetarios del sistema solar y por lo tanto ofrece un laboratorio interesante para la comprensión de la dinámica de flujo, la microfísica de nubes y la transferencia de radiación en condiciones que son muy diferentes de las que vemos en la Tierra y los otros planetas terrestres.
   El estudio de nuestro vecino gigante gaseoso más cercano en detalle podría permitirnos entender los gigantes gaseosos de estrellas distantes con mayor claridad.








domingo, 25 de enero de 2015

El carbono de los glaciares afecta a la Atmósfera

La cantidad de carbono orgánico exportado en el flujo glaciar aumentará en un 50 por ciento en los próximos 35 años a medida que se van derritiendo los glaciares, según calculan los científicos de un nuevo trabajo que se ha centrado en analizar el impacto del carbono orgánico conforme se funden los glaciares.
El carbono de los glaciares, un peligro para la atmósfera















A medida que la Tierra se calienta y los glaciares de todo el mundo comienzan a derretirse, investigadores y expertos en políticas públicas se han centrado en gran medida en cómo todo este exceso de agua contribuirá a un aumento del nivel del mar. Sin embargo, el carbono es otro impacto inevitable en ese escenario y, sobre todo, qué pasa con todo el carbono orgánico que hay en los glaciares cuando se funden.
Es la primera estimación global hecha por científicos de lo que ocurre cuando las grandes capas de hielo se rompen.
 Podría cambiar toda la red alimentaria. No sabemos cómo los diferentes sistemas ecológicos reaccionarán a una nueva afluencia de carbono

Los glaciares y las capas de hielo contienen alrededor del 70 por ciento del agua dulce de la Tierra y la fusión en curso es un importante contribuyente al aumento del nivel del mar. Pero, los glaciares tambiénalmacenan carbono orgánico derivado de la producción primaria en los glaciares y la deposición de materiales como hollín u otros subproductos de la combustión de combustibles fósiles.

Spencer, junto con colegas de Alaska y Suiza, analizó mediciones de las capas de hielo en los glaciares de montaña a nivel mundial, la capa de hielo de Groenlandia y la capa de hielo de la Antártida, con el fin de calcular la cantidad total de carbono orgánico almacenado en los depósitos de hielo a nivel global y resulta que es mucho.

En concreto, conforme se derriten los glaciares, la cantidad de carbono orgánico exportado en el flujo glaciar crecerá en un 50 por ciento en los próximos 35 años. "Esta investigación pone de manifiesto que los glaciares representan una importante reserva de carbono orgánico", afirma el autor principal del artículo, Eran Hood, científico con la Universidad del Sureste de Alaska, Estados Unidos.

Como resultado, la pérdida de masa glaciar en todo el mundo, junto con la correspondiente liberación de carbono, afectará a los ecosistemas marinos de altas latitudes, especialmente los que rodean a las grandes capas de hielo que ahora reciben flujos de carbono orgánico de la tierra al océano bastante limitados.

lunes, 12 de enero de 2015

Un almacén de basura debajo de los árboles.

Los bosques son una de las grandes defensas naturales contra la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. La biomasa de la floresta (troncos, hojas, raíces, etcétera) de España almacena alrededor de 635 millones de toneladas de carbono, lo que equivale al CO2 emitido de origen antrópico, aquel que se produce por la mano del hombre, producido en el país en más de siete años. Pero, además de las plantas, el suelo realiza un papel fundamental en la mitigación del cambio climático.
El estudio realizado por el Centro de Investigación Ecológica y  Aplicaciones Forestales (CREAF), el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña y la Universidad Autónoma de Barcelona, expone también las variantes que determinan la capacidad que tienen un suelo para secuestrar el carbono: el clima y el tipo de vegetación. Los terrenos de árboles de hojas perennes son menos eficaces que los bosques mixtos. Y las altas temperaturas y los bajos índices de humedad, reducen la capacidad de almacenamiento. Esta variabilidad en la capacidad de absorción del suelo dibuja un cuadro heterogéneo de la concentración de carbono en la Península.

Según el último informe del IPCC, el panel de expertos de cambio climático de la ONU, la temperatura en Europa podría subir entre 1,5 y 4 grados, dependiendo del nivel de emisiones, y se reducirán drásticamente las precipitaciones. “Si aumenta la temperatura en las zonas húmedas, como Galicia, probablemente los microorganismos del suelo trabajarán más rápido, consumirán más materia orgánica, y emitirán más CO2”, explica Enrique Doblas, investigador del CREAF, que ha participado en el estudio. Doblas matiza que este primer estudio es solo una “foto fija” de la situación actual, y que aún se desconoce si el suelo forestal ya ha comenzado a emitir carbono a la atmósfera.
El suelo es el mayor sumidero del mundo, capaz de almacenar tanto carbono como la atmósfera y la vegetación. Según el investigador del CREAF, a nivel mundial puede secuestrar hasta 145 veces las emisiones que se producen por la quema de combustibles fósiles y el cambio de usos del suelo.















FUENTE : EL PAÍS

sábado, 10 de enero de 2015

El control del cambio climático exige renunciar a un tercio de las reservas de petróleo y al 80% de las de carbón

Si durante décadas el mundo ha temido el agotamiento de las reservas de combustibles fósiles, el riesgo del cambio climático ha cambiado de orientación de los temores. Un tercio de las reservas de petróleo, la mitad de las de gas y más del 80% de las de carbón no deben tocarse en los próximos 40 años para tener al menos un 50% de probabilidades de controlar el cambio climático, es decir, de evitar que la temperatura media del planeta suba más de dos grados, la frontera estimada por los científicos a partir de la cual los impactos del calentamiento global pueden ser realmente graves. Esta conclusión alcanzan dos investigadores del Reino Unido que han calculado la cantidad de CO2 máxima que admite la atmósfera para no superar el límite de peligro, la distribución regional de reservas y recursos disponibles de dichos combustibles en todo el planeta y las emisiones que provocarían.
Las reservas de combustibles fósiles tienen el potencial de generar tres veces más dióxido de carbón de lo permitido si el calentamiento global no ha de superar los dos grados. Además,  las nuevas explotaciones de combustibles, como las del Ártico, son incompatibles con los esfuerzos para limitar el cambio climático.
Las emisiones acumuladas de CO2 entre 2011 y 2015 no deben superar una horquilla de entre 870 y 1.240 gigatoneladas para tener ese 50% de probabilidades de no superar, a mediados de siglo, la barrera de los dos grados sobre la temperatura media preindustrial. Pero la quema de las reservas de combustibles fósiles generaría unas 2.900 gigatoneladas de dióxido de carbono.
McGlade y Ekins diferencian entre recursos y reservas, refiriéndose con los primeros a la cantidad total de petróleo, gas y carbón obtenible con las tecnologías actuales y las futuras, independientemente de las condiciones económicas, mientras que las reservas son la parte de los recursos recuperables con la técnica y la economía presentes. La combustión de los recursos generaría 11.000 gigatoneladas de CO2. Las reservas estimadas son 1,294 billones de barriles de petróleo, 192 billones de metros cúbicos de gas, 728 gigatoneladas de carbón bituminoso y 276 gigatoneladas de lignito.
Los escenarios de futuro investigados también tienen en cuenta el efecto de la tecnología de secuestro de carbono. Los resultados muestran que su efecto sería relativamente pequeño, permitiendo un incremento del 6% en la quema de carbón y un 2% tanto para el gas como para el petróleo. Advierten que es secuestro de carbono, debido sobre todo a su alto coste, no entraría efectivamente en funcionamiento hasta 2025. Los  resultados muestran que la intención de los responsables políticos de explotar rápida y completamente sus combustibles fósiles territoriales son, en conjunto, inconsistentes con sus compromisos con el límite el temperatura. Si se pusieran en marcha esos compromisos políticos serían innecesarias las sustanciales y constantes inversiones en la exploración de combustibles fósiles porque cualquier nuevo descubrimiento no podría traducirse en más producción. Además, recalcan que la explotación de recursos en el Ártico y cualquier incremento de la producción no convencional de petróleo son incompatibles con los esfuerzos de limitar el calentamiento medio a dos grados.
La información detallada, afirman, es importante en relación con los pactos internacionales para controlar el calentamiento porque la limitación del uso de combustibles fósiles tendrá efectos desiguales entre los países. Solo un acuerdo climático global que compense a los perdedores y que sea percibido como equitativo por todos los participantes puede imponer límites estrictos sobre el uso de combustibles fósiles a largo plazo.