El marisco de concha se ha quedado temporalmente fuera del catálogo de productos que se subastan en la lonja de O Grove. Hace días que las toxinas lipofílicas hicieron acto de presencia en la boca de la ría, afectando ya entonces a una buena parte de la superficie de trabajo de los profesionales mecos. Acudieron entonces a refugiarse en la zona de A Toxa. Pero ayer, el Intecmar también mandó parar en este lugar, al decretar el cierre de la zona siete de la ría.
La vicepatrona mayor de O Grove y responsable del marisqueo a pie, Lola Gondar, explicaba ayer que la noticia, pese a ser esperada, ha caído como un jarro de agua fría sobre el sector. La marea roja ha cerrado ya más del cincuenta por ciento de las zonas marisqueras de Galicia, lo que se había traducido en que el marisco que el lunes se subastó en la lonja de O Corgo alcanzase «prezos moi bos, de Nadal». Pero la alegría duró poco. Porque ayer ya no se pudo extraer bivalvo.
«Tiñamos seca para toda esta semana», comentaba, resignada, la portavoz de las mariscadoras grovenses. Como ayer no pudieron ir a capturar marisco, las profesionales de la arena dedicaron la jornada a hacer trabajos de mantenimiento de sus concesiones. «Hoxe fumos facer resembra», indicaba la vicepatrona.
Su ánimo es como el de todos los mariscadores de O Grove: manda la resignación. «Xa todos sabemos que cando hai toxina non hai moito máis que facer. Esperar a que pase». Así que en eso está ella, haciendo votos para que el episodio tóxico se vaya cuanto antes de sus concesiones.
«Esperemos que isto levante pronto», señalaba. Y si no puede ser esta semana -no parece que la cosa vaya a ser tan corta-, que por lo menos el jueves de la próxima, cuando vuelve a haber mareas, «si poidamos ir traballar».
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es
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