Este artículo constituye una primera aproximación a la necesidad
de resolver las cuestiones ambientales planteadas en el ámbito de la eficiencia
energética y la sostenibilidad
Científicos del CEIMAR y
del CSIC, publicaron un artículo que pone
de manifiesto la necesidad de realizar con urgencia una evaluación del riesgo
ambiental que produce el transporte marítimo, considerando aspectos como los relacionados
con la distribución, comportamiento ambiental y toxicidad de las emisiones de
los barcos.
Los científicos señalan una serie de medidas y recomendaciones
para disminuir las emisiones contaminantes de los barcos, para su desarrollo se han basado en el análisis de datos
obtenidos en proyectos de
investigación previos.
Del estudio se desprende la necesidad de cotejar mejor los
factores teóricos de emisión de contaminantes procedentes de los barcos, con
los factores prácticos, que se derivan de un uso continuado de los motores. (Cada
contaminante tiene un factor de emisión, expresado bien en gramos por cada
kilovatio y hora desarrollado por el motor en cuestión, o bien en kilogramos
por cada tonelada de combustible consumido)
·
Factores
teóricos y medidas in situ
Los factores de emisión teóricos empleados en normativas de
ámbito mundial se obtuvieron en su momento tras realizar una serie de pruebas a
motores de barcos.
Para obtenerlos, las pruebas se realizaron en unas condiciones
determinadas de carga, que varían en función de las necesidades de velocidad
del buque.
Además, el estado de los motores, tanto de propulsión como
auxiliares, depende de su estado de conservación y esto debe tenerse en cuenta
a la hora de evaluar dichos factores de emisión.
Las emisiones de los buques se depositan sobre los ecosistemas
terrestres y acuáticos, lo que contribuye a la acidificación de los océanos
“Ésta es una de las denominadas incertidumbres, que serían las
diferencias existentes entre los factores teóricos y los factores obtenidos
tras hacer pruebas reales actualizadas, tanto en motores propulsores como
auxiliares, mediante equipos embarcados. Es una forma de comprobar el valor de
los factores reales y refleja también cómo el estado funcional de los motores
tiene una influencia directa en dichos valores de los factores de
emisión, sobre todo en los óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono
(CO) y dióxido de carbono (CO2).
Los investigadores han comparado los resultados teóricos con los
prácticos en pruebas realizadas por ellos y han obtenido una desviación total
del 16% como media de todos los contaminantes (diferencia que es más pronunciada
en los óxidos de nitrógeno).
Según indican, los factores de emisión deberían tener un mayor
grado de incertidumbre, porque existen diferencias importantes cuando se
emplean factores teóricos a cuando las medidas son realizadas in situ, sobre todo cuando se habla de
compuestos como óxidos de nitrógeno (NOx) y monóxido de carbono (CO).
·
Contaminación
por transporte marítimo
La Agencia de
Medio Ambiente Europea establece
que la contaminación atmosférica es un problema que ocurre a diferentes escalas
territoriales y que puede afectar a la salud humana y a la de los ecosistemas.
“Los barcos en navegación
oceánica emiten gases en zonas amplias cuando navegan en mar abierto, en
función de los vientos predominantes y otras condiciones meteorológicas, que
pueden ser transportados a cientos e incluso miles de kilómetros, pudiendo
depositarse finalmente en tierra”, explican los investigadores.
En general, según los científicos, los motores o plantas
energéticas marinas emiten una gran cantidad de gases, tanto contaminantes,
como de efecto invernadero, cuyas concentraciones a ciertos niveles producen
impacto en el aire y contribuyen a la deposición de nitrógeno, azufre y
material articulado en muchas áreas a lo largo de las costas.
Esta línea de investigación pone de manifiesto la influencia que
los gases contaminantes procedentes del transporte marítimo ejercen sobre el
ecosistema marino.
·
Acidificación
del océano
“Las emisiones de los buques se depositan sobre los ecosistemas
terrestres y acuáticos, lo que contribuye a los problemas de acidificación de
los océanos y también tienen efecto sobre los habitantes de ciudades cercanas a
las costas, incrementando la incidencia de las enfermedades respiratorias”,
informan los investigadores.
FUENTE: agendciasinc.es
04/03/2014
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