Un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts descubrió que el agujero de la capa de ozono
se ha reducido más de cuatro millones de kilómetros cuadrados, más o menos la
superficie de la Unión Europea (sin el Reino Unido), desde el año 2000, cuando el
agujero antártico alcanzó su máximo histórico (25 millones de kilómetros
cuadrados).
Más de la mitad de esta reducción se debe a la disminución del
cloro atmosférico, por la prohibición de los compuestos orgánicos clorados (clorofluorocarbonos,
CFC) que se usaban en la limpieza en seco, la refrigeración y los aerosoles
como desodorantes y lacas.
A medida que los niveles de cloro vayan disipándose de la atmósfera, Susan Solomon (una geóloga de la MIT que fue pionera de la investigación sobre la destrucción del ozono hace 30 años) no ve motivos por los que el agujero de la capa de ozono no siga encogiéndose y, eventualmente, se cierre de manera permanente hacia mediados
de siglo.
1 comentario:
Muy bien Ana Belén.
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