El sindicato agrario UAGA ha calificado de "disparate" aumentar el
caudal del Ebro a 186 metros cúbicos por segundo para movilizar los
sedimentos acumulados en el embalse de Mequinenza y considera que los
108 m3/sg previstos en el Plan Hidrológico de Cuenca son suficientes
para garantizar el arrastre.
En una nota de prensa, UAGA señala que el caudal ecológico en la desembocadura del río Ebro se mantiene gracias a la regulación del embalse de Mequinenza, con caudales en la actualidad de 80-150 m3/sg.
Se trata, asegura la organización agraria, de un 23 % de la aportación media natural, caudal un 120 % superior al caudal ambiental del Duero, 800 % superior al del Tajo y muy superior a la suma de todos los caudales ambientales de los ríos peninsulares.
UAGA se opone a la utilización política de los caudales del Ebro y a cualquier intento de convertir el agua en un elemento de confrontación para incrementar las tensiones territoriales.
Denuncia además el proceso de "soberanización" del agua del Ebro "camuflado de objetivos medioambientales, cuyo objetivo final es la acaparación de recursos en un escenario rupturista que antepone los intereses del tramo final de Ebro al equilibrio entre todos los agentes implicados".
El sindicato defiende el actual modelo de implantación de los caudales ecológicos, de carácter progresivo y fruto del "riguroso" análisis técnico y jurídico, respetando los derechos concesionales del agua y desde un criterio de corresponsabilidad interterritorial.
Advierte de que "en ningún momento" permitirá la utilización de las herramientas de planificación hidrológica contra los "legítimos intereses" de los usuarios avalados por el régimen concesional.
UAGA defiende la unidad de gestión en la cuenca del Ebro, la utilización del agua para el progreso, siempre garantizando su buen uso, y la racionalización de la gestión de los recursos hídricos en el territorio por el que circulan sus aguas, atendiendo a los legítimos intereses de todos sus habitantes y usuarios.
En una nota de prensa, UAGA señala que el caudal ecológico en la desembocadura del río Ebro se mantiene gracias a la regulación del embalse de Mequinenza, con caudales en la actualidad de 80-150 m3/sg.
Se trata, asegura la organización agraria, de un 23 % de la aportación media natural, caudal un 120 % superior al caudal ambiental del Duero, 800 % superior al del Tajo y muy superior a la suma de todos los caudales ambientales de los ríos peninsulares.
UAGA se opone a la utilización política de los caudales del Ebro y a cualquier intento de convertir el agua en un elemento de confrontación para incrementar las tensiones territoriales.
Denuncia además el proceso de "soberanización" del agua del Ebro "camuflado de objetivos medioambientales, cuyo objetivo final es la acaparación de recursos en un escenario rupturista que antepone los intereses del tramo final de Ebro al equilibrio entre todos los agentes implicados".
El sindicato defiende el actual modelo de implantación de los caudales ecológicos, de carácter progresivo y fruto del "riguroso" análisis técnico y jurídico, respetando los derechos concesionales del agua y desde un criterio de corresponsabilidad interterritorial.
Advierte de que "en ningún momento" permitirá la utilización de las herramientas de planificación hidrológica contra los "legítimos intereses" de los usuarios avalados por el régimen concesional.
UAGA defiende la unidad de gestión en la cuenca del Ebro, la utilización del agua para el progreso, siempre garantizando su buen uso, y la racionalización de la gestión de los recursos hídricos en el territorio por el que circulan sus aguas, atendiendo a los legítimos intereses de todos sus habitantes y usuarios.
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