Un artículo publicado esta mañana en el diario The Indian Express trataba de levantar de alguna manera el ánimo de los habitantes de la capital india afirmando que la alarmante situación de Delhi, urbe convertida en una "cámara de gas", es mejor que la que viven en la ciudad asediada al norte de Irak.
El gobierno local, en manos del partido de los 'indignados', el AAP, ha declarado que la ciudad vive una "situación de emergencia" por la descomunal contaminación del aire. Después de una semana bajo una intensa niebla, el jefe del Ejecutivo municipal, Arvind Kejriwal, ha desglosado una batería de medidas urgentes para afrontar los próximos días.
Lo primero ha sido pedir a la gente que no salga de sus casas; que, si puede, trabaje desde ellas; que evite pisar la calle "a no ser que sea absolutamente necesario"
El gobierno ha anunciado también la paralización durante cinco días de todas las obras, construcciones y demoliciones, que suelen ser señaladas por la cantidad de polvo que levantan y por contribuir a los niveles de polución del aire. Igualmente, una importante central térmica ubicada al sureste de la ciudad estará apagada los próximos diez días.
El gobierno ha anunciado también la paralización durante cinco días de todas las obras, construcciones y demoliciones, que suelen ser señaladas por la cantidad de polvo que levantan y por contribuir a los niveles de polución del aire. Igualmente, una importante central térmica ubicada al sureste de la ciudad estará apagada los próximos diez días.
Tampoco están abiertas las escuelas de la ciudad, en su caso cerradas hasta el miércoles, una medida que ya iniciaron más de 1.700 centros educativos el pasado sábado. Los más pequeños son especialmente vulnerables a esta problemática. Un estudio señala que la mitad de los niños que van al colegio en Delhi nunca recuperarán su capacidad pulmonar.
Las autoridades, se plantean el uso de lluvia artificial para combatir el omnipresente polvo y volver a instaurar la restricción del tráfico según la matrícula par o impar de cada vehículo, algo que ya pusieron en marcha en dos ocasiones en el último año.
En los últimos días, los niveles de las partículas en suspensión PM2.5, tan contaminantes y tan diminutas que no tienen problemas para entrar en los pulmones, han seguido alcanzando cifras alarmantes, llegando a 999 por metro cúbico, muy por encima de las 25 partículas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el máximo recomendable. La India es más generosa y sitúa ese límite de seguridad en 60, lejos también de la realidad que vive estos días Delhi. A partir de 300, el aire es "peligroso", después de haber superado los niveles de "insalubre" y "muy insalubre".
Debido al empeoramiento de la situación que se ha vivido a lo largo del fin de semana, se ha vuelto habitual ver a ciudadanos usando mascarillas para poder respirar en la calle.
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