Si queremos observar una nova, hay que estar ojo avizor: esos brotes
de brillo de las viejas enanas
blancas se van tan deprisa casi como
vienen, y empiezan súbitamente, sin avisar. Kim Page, de la Universidad
de Leicester, y sus colaboradores han tenido la suerte de
observar un suceso especial y haber podido describirlo con mucho detalle
.Esa
enana blanca alumbró durante un breve tiempo con un brillo 185 veces
mayor que el del Sol. Parece encontrarse en la Pequeña Nube de
Magallanes, una galaxia enana a unos 280.000 años luz de distancia y que
es satélite de nuestra galaxia; sería la enana más brillante jamás
observada en la Pequeña Nube y en general una de las más brillantes
jamás vistas. SMCN 2016-10a forma parte de un sistema estelar doble: la
enana blanca y una estrella, de un tamaño parecido al del Sol, que
pierde una parte de su masa, que va a parar a la enana. La acumulación
de materia en esta la conduce hacia un umbral crítico, traspasado el
cual se produce una reacción de fusión descontrolada, que causa un
aumento súbito y violento del brillo.
Para observar la nova, Page y sus colaboradores utilizaron toda una
serie de telescopios repartidos sobre el hemisferio austral, así como el
telescopio espacial de rayos X Swift. La flexibilidad en la
planificación y rápidez de reacción de Swift permitieron que la
astrónoma pudiese captar la erupción magníficamente. Swift empezó a
tomar datos en ultravioletas y rayos X bastante pronto. Se pudo calcular
la masa de la enana blanca, y el resultado no augura una larga vida a
SMCN 2016-10a. Durante el suceso, perdió la mayor parte de la materia de
su compañera que había ido acumulando, pero el resto, no obstante,
seguía haciéndola más pesada. Cuando estos cuerpos sobrepasan una
determinada masa, sufren un colapso que las convierte en supernovas: una
explosión que aniquila el astro. Según los datos, SMCN 2016-10a podría
estar cerca, a escala cósmica, de encontrarse en ese caso.
Es dudoso que esta enana blanca marque cuando llegue ese momento un
nuevo récord. La supernova ASASSN-15lh, registrada en 2015, brilló con
una intensidad 20 veces mayor que la de todas las estrellas de la Vía
Láctea juntas, es decir, 570 millones de veces mayor que la del Sol. Por
otra parte, los astrónomos no se ponen de acuerdo sobre si fue
realmente una supernova, para empezar: es posible que se tratase del
desgarro de una estrella por un agujero negro.
http://www.investigacionyciencia.es/noticias/la-cercana-destruccin-de-una-nova-resplandeciente-15700
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