Unos investigadores del Observatorio Vesubiano, que forma parte del Instituto Nacional de Geofísica y Volcanología italiano, y del University College de Londres, han elaborado un modelo del que se desprende que una erupción de la caldera podría estar más cerca de lo que se creía. Lo explican Christopher Kilburn, Giuseppe De Natale y Stefano Carlini en Nature Communications. Otro modelo, que investigaba la presión de desgasificación del magma y que se publicó en la misma revista en diciembre de 2016, concluía también, no sin causar cierto revuelo, que el volcán estaba cerca de una fase crítica.
La caldera muestra signos de «intranquilidad» desde hace 67 años, con pequeños terremotos locales y elevaciones del suelo; hubo episodios de particular intensidad en las décadas de 1950, 1970 y 1980. En dos años en particular, 1970 y 1983, se llegó a evacuar a decenas de miles de personas. Fenómenos sísmicos y de elevación del suelo particularmente intensos y veloces precedieron a la última erupción de la caldera, la de 1538, que creó el cono volcánico conocido como Monte Nuovo.
Tras un período de relativa calma, los fenómenos han reaparecido a partir de 2005. El Observatorio Vesubiano, que los vigila constantemente, cuenta hoy con los primeros datos de una perforación científica efectuada en la zona de Bagnoli.
Basándose en esos datos, los investigadores han podido elaborar un modelo que muestra que las elevaciones del suelo producidas desde los años cincuenta son un efecto de la acumulación de tensiones en las profundidades que hacen que el volcán se vuelva más propenso a sufrir una erupción.La acumulación de tensiones en las rocas conducen a que estas cambien su respuesta a la tensión, que de «elástica» pase a «frágil». Es decir: la roca empieza a romperse. Si la tensión prosigue, la roca llegará a su punto de ruptura; se crearán fracturas que ligarán la superficie con las profundidades donde se acumulan las tensiones. En esas condiciones, una erupción resulta muy probable.
«No sabemos si este período de deformaciones llevará a largo plazo a una erupción, ni cuándo ocurriría tal cosa, pero, mientras, nuestro modelo explica bien lo que ocurre en una zona muy parecida a los Campos Flégreos, Rabaul, en Papúa Nueva Guinea, que tuvo una erupción en 1994 tras un modesto episodio deformador (una decena de centímetros) en una zona que había acumulado ya, en los decenios precedentes, unos metros de elevación», dice Christopher Kilburn.
«La medida en que estén las condiciones actuales de los Campos Flégreos cerca del punto crítico depende mucho del estado físico actual del subsuelo flégreo. Calcular, pues, con precisión el estado físico real de las rocas profundas bajo los Campos Flégreos es una prioridad para las investigaciones futuras. Este objetivo crucial se puede cumplir con eficacia por medio de perforaciones profundas que exploren directamente las propiedades «no elásticas» del sistema. Este nuevo modelo interpretativo representa una evolución importante con respecto a los métodos de previsión de las erupciones, en esencia empíricos, utilizados hasta ahora», concluye De Natale.
http://www.investigacionyciencia.es/noticias/los-campos-flgreos-la-caldera-volcnica-que-podra-estallar-junto-a-npoles-15282
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