La playa de Ramsgate, en el condado de Kent (Reino Unido), amaneció completamente estrellada el pasado sábado. La ola de frío que azotó la semana pasada las islas británicas, y gran parte del continene europeo, provocó que miles de estrellas de mar, erizos, varios tipos de crustáceos, almejas, anémonas y briozoos murieran a causa de las bajas temperaturas. La corriente los arrastró hasta la playa de esta localidad británica situada al sur del país. Algunos vecinos han compartido en las redes sociales fotografías es las que se ve la orilla cubierta de estrellas marinas arrugadas y sin vida.
"Era increíble. Había estrellas de mar hasta donde alcanzaba la vista, había peces y erizos de mar", publicó Maiklem en la página de Facebook London Mudkark.
El rastro de estrellas marinas muertas se extiende desde la costa de Ramsgate hasta las playas cercanas de Broadstairs. "Intentamos salvar a todas las que pudimos, pero la mayoría estaban muertas", afirmó la naturalista Lara Maiklem.
La Sociedad británica de Conservación Marina explica que el incidente "parece ser una combinación del frío extremo y la profundidad a la que han penetrado las olas de las tormenta provocada por La Bestia del Este". "La mayoría de los animales tienden a moverse hacia aguas más profundas para evitar tormentas, pero se vuelven lentos y torpes, cuando están fríos, por lo que tienen pocas oportunidades de escapar", añaden.
El sureste del Mar del Norte, es poco profundo, por lo que hay pocos sitios "seguros" donde refugiarse. "La Bestia del Este, combinada con los mares agitados por Emma" han causado "uno de los mayores varamientos registrados este año".
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