Aragón iniciará un plan de indemnizaciones complementario al cobro del seguro agrario para las superficies que estén aseguradas.
La crecida del Ebro ha dejado desde la semana pasada un saldo de 19.000 hectáreas inundadas —14.000 de ellas de cultivos— y ha provocado daños por valor de 25 millones de euros como consecuencia de la pérdida de las cosechas y de los desperfectos en infraestructuras privadas o colectivas. Así lo revelan los datos presentados este jueves por el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona. La crecida del Ebro dejó en alerta a numerosos municipios de Navarra, La Rioja y Aragón desde hace una semana.
Después de una reunión con los responsables agrarios de la zona, Olona ha informado de que va a poner en marcha un plan de indemnizaciones complementario al cobro del seguro agrario, pero únicamente para las superficies que estén aseguradas. Estas tierras podrían ascender a un 10% del terreno anegado por agua en la ribera del Ebro.
"Las indemnizaciones son un dinero público y lo justo es que se canalicen en los que hacen lo que deben", ha explicado el consejero a los medios de comunicación, agregando que desde el inicio de su legislatura recomendó a los agricultores y ganaderos contratar una póliza de seguro agrario. Olana no ha especificado de dónde saldrá el dinero para este paquete de ayudas adicionales.
Las organizaciones agrarias han mostrado su conformidad con el modelo de indemnizaciones, aunque han reivindicado medidas que garanticen una mayor previsión ante futuras avenidas del río. El secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, José Manuel Penella, ha reclamado que se solicite al Gobierno central y a la Unión Europea la declaración de "desastre natural" en las zonas afectadas con el objetivo de poder compatibilizar las indemnizaciones con otro tipo de ayudas.
"Damos el año por perdido porque estamos a final de abril y en julio no se puede reiniciar un curso agrícola", ha indicado Penella, destacando que los cultivos de alfalfa, cereal de invierno, hortaliza y maíz han sido los más afectados. Las organizaciones agrarias también pidieron más coordinación entre las administraciones y la ampliación del presupuesto para el medio rural que permitirían construir nuevas infraestructuras, como embalses. Por su parte, el presidente de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón, Jorge Valero, ha reclamado que se pongan en marcha planes de limpieza en el río para impedir que se produzcan las crecidas de forma habitual
Durante el plan de emergencia, un total de 50.000 animales fueron evacuados, correspondientes a 62 granjas de la comunidad. Sin embargo, el consejero ha admitido que en algunos casos fue imposible realizar la evacuación de las cabezas de ganado, por lo que se desplegó un dispositivo para atender a los animales atrapados. En cuanto a la situación de la granja de Villafranca de Ebro (Zaragoza), donde más de 1.000 cerdos quedaron atrapados y 94 murieron, el consejero ha achacado la responsabilidad al propietario de los animales y no al ganadero: "Los problemas no son atribuibles al ganadero, que hizo todo lo que tenía que hacer para que no se produjera la situación".
No es el único incidente que se ha saldado con la muerte de varios animales. En una granja de Tauste, el consejero Olona ha calculado que 600 lechones fallecieron como consecuencia de la riada además de 200 ovejas en las instalaciones de Codos. El intento de rescate de los animales provocó la muerte del pastor Manuel Jesús Lázaro, una pérdida que Olona ha calificado como "el mayor daño" provocado por la crecida del Ebro.
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