miércoles, 18 de diciembre de 2013

HALLADAS EN LA ANTÁRTIDA ROCAS QUE CONTIENEN DIAMANTES.



En las laderas del monte Meredith, en la Antártida oriental, unos científicos australianos han encontrado kimberlita, una roca en la que, a veces, hay diamantes. Los investigadores han realizado exámenes de textura, mineralogía y geoquímica de las muestras y confirman su hallazgo en la revista Nature Communications. “Es importante recalcar que el artículo no informa del descubrimiento de un depósito viable comercialmente, o incluso de diamantes; lo que comunica el hallazgo de rocas de un tipo que a menudo tienen diamantes”
Los diamantes se forman a altísimas temperatura y presión, a más de 150 kilómetros en el subsuelo, en la roca fundida del manto terrestre. Millones de años después, las erupciones hacen emerger estas gemas a la superficie, donde se preservan en formaciones de rocas ígneas llamadas kimberlitas, que se habían descubierto hasta ahora en todos los continentes excepto en la Antártida. Gregory Yaxley  y sus colegas son los autores del hallazgo ahora en el continente blanco.
Son resultados muy interesantes, pero no sorprendentes dada la geología presente en Antártida oriental,. Recuerdan, además, que solo en el 10% aproximadamente de estas kimberlitas son viables económicamente, de manera que el hallazgo está lejos de poderse extrapolar a una actividad minera de diamantes allí.

martes, 17 de diciembre de 2013

Una de salmón transgénico

El primer animal transgénico diseñado para el consumo humano —un salmón de crecimiento rápido— ha dado un gran paso hacia su aplicación comercial. La empresa fabricante, estadounidense AquaBounty Technologies, ha logrado la autorización de Canadá para cultivar huevos de sus salmones modificados genéticamente. Sin embargo los salmones no llegarán a las estanterías de los supermercados mientras la agencia alimentaria norteamericana no lo apruebe. 
En comparación con la norteamericana, la regulación europea de estos productos es muy restrictiva. A ello han contribuido más las campañas ecologistas que las evidencias científicas.
El salmón de AquaBounty es el primer animal transgénico que aspira a llegar a nuestros mercados y restaurantes. AquaBounty podrá exportar 100.000 huevos de sus salmones transgénicos desde la piscifactoría canadiense hasta otro vivero que la empresa tiene en los bosques pluviales de Panamá. Se trata de la primera operación de escala industrial con un animal transgénico aprobada en la historia. Y será también la historia quien decida si eso acaba siendo bueno o malo.
Esto tendrá trascendencia planetaria, pues otras 30 especies piscícolas transgénicas esperan en la cola.
El principal factor limitante del tamaño del salmón atlántico natural es la temperatura: el frío reprime su gen de la hormona del crecimiento. Pero en el salmón transgénico, el ADN regulador añadido procedente de las viruelas (peces de parentesco más lejano), que está acostumbrado a activarse en frío permite que la hormona del crecimiento se produzca.
 “No cabe duda de que se trata de un proyecto comercialmente interesante”, admite el profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Pío Beltrán. “Es un salmón atlántico que crece más deprisa y las pruebas son satisfactorias por cuanto no produce alergias ni otros efectos dañinos sobre la salud. El debate se centra en los efectos para el medio ambiente”.
Beltrán resume: “Me parece muy bien un salmón que crezca el doble de rápido, pero no se ven muy bien sus consecuencias globales”.
La organización ecologista que más se ha destacado por su rechazo a los alimentos transgénicos es Greenpeace. Su responsable de agricultura y transgénicos en España, Luis Ferreirim, comparte con Beltrán el escepticismo ante las garantías que ofrece AquaBounty para evitar que el salmón transgénico se escape de las piscifactorías al mar abierto. Con el riesgo de que las especies naturales se desplacen o se extingan.
Ferreirim amplía el foco de su crítica: “¿Quieren los consumidores salmón transgénico?”, se pregunta. “Y la respuesta es no; la ciudadanía no quiere transgénicos y eso lo lleva dejando bien claro en la Unión Europea, donde el 61% de los ciudadanos rechaza este tipo de alimentos; e incluso en Estados Unidos, donde se podrían comercializar los primeros salmones transgénicos, la ciudadanía exige cada vez con mayor fuerza el etiquetado de los productos transgénicos”.
Greenpeace se opone a la liberación de transgénicos al medio ambiente, ya sean plantas o animales. “Antes de seguir malgastando dinero en investigación con transgénicos”, dice Ferreirim, “la pregunta que deberíamos contestar es si los transgénicos, tanto plantas como animales, son necesarios”. 

EN LATINOAMÉRICA, NO APROVECHAR LA BASURA ES UN DESPERDICIO


Pese a que Latinoamérica está entre las regiones más rezagadas en el reciclaje de basura, empiezan a asomar algunos esfuerzos para darle un destino a los desechos que ayude tanto al medio ambiente como al bolsillo.

Un latinoamericano produce de media entre uno y 14 kilos de basura por día, es decir, hasta la quinta parte del peso medio de una persona. En conjunto se trata de 430.000 toneladas diarias de residuos sólidos.
En Bolivia cada persona genera medio kilo de basura por día, mientras que Trinidad y Tobago  generan 14 kilos por cabeza. Estos números representan un 60% más del desperdicio que se generaba hace 18 años, pero dentro de otros diez, el mundo verá esta cifra casi duplicarse, de acuerdo a estudios del Banco Mundial.
Para muchos expertos, los basurales o rellenos sanitarios que abundan en la región son miles de dólares desperdiciados. Si es separada en origen, alrededor del 90% podría ser reconvertido en combustible o reciclado. Cuando no, solo el 30% puede destinarse a otros usos.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Conocer la riqueza del Mediterráneo para salvarlo

Sólo el 0,01% de sus aguas están protegidas

Las orillas del Mar Mediteráneo entrelazan una rica variedad de culturas y lenguas. Sus profundidades ofrecen un tesoro marino dotado de gran belleza que muchas veces es olvidado debido a la contaminación que sufre de forma más intensa en las últimas décadas.
Es patrimonio común para más de una decena de países, tres continentes y una miríada de lenguas. Aprovechando su potencial, el Museo de la Ciencia de CosmoCaixa Barcelona ha organizado una exposición para recoger su legado, biodiversidad y riqueza cultural.
La exposición pretende poner de relieve la importancia y ahondar en el conocimiento de este elemento fundamental para la configuración de la idiosincrasia de los países que baña.
Durante una época el Mediterráneo estaba seco. Fue en la época del Messiniense, hace unos seis millones de años. Esto fue provocado por un movimiento en las placas tectónicas que cerró el flujo de agua que venía desde el océano Atlántico, dejándolo seco hasta que otro fenómeno geológico (la apertura conocida como Estrecho de Gibraltar) permitió su relleno. 
Las actividades que se han organizado en la muestra, que se podrá visitar desde este mes hasta finales de 2014, están pensadas para entretener y enseñar al público a partes iguales. La participación ciudadana ha sido uno de los objetivos de los organizadores. Una parte de la misma está constituida por arenas de diferentes playas del Mediterráneo (de Israel, España, Italia, Malta...) que las personas han recogido en sus viajes y ahora quieren compartir. 
La sobrepesca, la contaminación acústica marina o el arrastre descontrolado provocan una fuerte pérdida de la tradicional riqueza del Mediterráneo. Actualmente, sólo el 0,01% de sus aguas están protegidas. Por eso Banda recuerda que "si uno quiere reparar, tiene antes que conocer. Es el primer paso para poder conservar".

domingo, 8 de diciembre de 2013



El difícil equilibrio entre la alimentación y la protección de animales amenazados

La última revisión de la lista roja de los animales amenazados de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) volvió a destacar la caza como uno de los impactos que sufre la fauna a nivel mundial. Casi a la par, la Asociación Española de Ecología Terrestre difunde un estudio publicado en su revista Ecosistemas que alerta sobre la disminución de mamíferos en las selvas tropicales.

El trabajo de revisión llevado a cabo por el equipo de Fa resalta un problema espinoso: el conflicto entre la protección animal y la seguridad alimentaria. No se obvia que la caza comercial de fauna en los bosques tropicales de Asia, África y Sudamérica, junto con las demandas impuestas por el intenso crecimiento de la población humana en estos ecosistemas, supone una amenaza para la viabilidad de muchas poblaciones de mamíferos silvestres.

En varias ocasiones, ONG han advertido sobre las consecuencias negativas que puede tener la prohibición estricta de la caza para la alimentación de poblaciones nativas. “Las peculiaridades del clima tropical y las enfermedades asociadas impiden que la cría extensiva de ganado constituya una opción viable”, destacan en el informe de Ecosistemas, por lo que “la caza silvestre representa la principal fuente de abastecimiento para numerosas familias en zonas rurales y también para muchas familias urbanas”.

“Las presas preferidas por los cazadores incluyen cada vez más especies en peligro de extinción, en lugar de especies comunes para el consumo alimentario”, se cita en Ecosistemas.


Desde el trabajo divulgado en Ecosistemas se recuerda que en la mayoría de las áreas selváticas donde se practica la caza la biomasa extraída se destina al consumo local, ya sea por el propio cazador y su familia o vendida en los numerosos mercados que existen. Para el equipo que ha trabajado con John Fa “el punto de partida de cualquier discusión institucional sobre el comercio de carne de caza debe sustentarse en una actitud tolerante y comprensiva”.

Entonces, ¿cuál es la solución? No está clara, pero el propio Fa apunta “la necesidad de regular más la extracción y venta libre de la mayoría de las especies y, una vez conocidos los problemas, emplear mayores esfuerzos para investigar en su resolución”.
FUENTE: "EL PAÍS"

domingo, 1 de diciembre de 2013

Fantasmas en los mapas






Tecnología, innovación racional. Uso de satélites para estudiar la superficie terrestre, de diversos tipos, cada uno diseñado con una finalidad, cada uno orbitando la Tierra a diferente altura...Hay para todos los gustos,  de  nacionalidades diferentes. Hoy en día, tecnología es igual a perfección progresista. Perfección imperfecta.
La Isla de Sandy , con un tamaño equiparable a la isla de Manhattan. Una isla que, parece ser, aparece en los mapas y cartas náuticas desde, aproximádamente,1880, nada menos que 133 años.  Según Daniel Stone, puede que, debido a lo remoto de su ubicación y al ser la zona poco transitada, nadie hubiera reparado en ella. Desde el 2000 que un lector de National Geographic había sugerido de su posible inexistencia, no fue hasta que un grupo de científicos australianos  visitaron la zona en 2012 que se comprobó que realmente la isla  no existía. Hasta ese momento, la isla ha figurado tanto en los mapas de la Sociedad como en la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial...