
Para observar la nova, Page y sus colaboradores utilizaron toda una serie de telescopios repartidos sobre el hemisferio austral, así como el telescopio espacial de rayos X Swift. La flexibilidad en la planificación y rápidez de reacción de Swift permitieron que la astrónoma pudiese captar la erupción magníficamente. Swift empezó a tomar datos en ultravioletas y rayos X bastante pronto. Se pudo calcular la masa de la enana blanca, y el resultado no augura una larga vida a SMCN 2016-10a. Durante el suceso, perdió la mayor parte de la materia de su compañera que había ido acumulando, pero el resto, no obstante, seguía haciéndola más pesada. Cuando estos cuerpos sobrepasan una determinada masa, sufren un colapso que las convierte en supernovas: una explosión que aniquila el astro. Según los datos, SMCN 2016-10a podría estar cerca, a escala cósmica, de encontrarse en ese caso.
Es dudoso que esta enana blanca marque cuando llegue ese momento un nuevo récord. La supernova ASASSN-15lh, registrada en 2015, brilló con una intensidad 20 veces mayor que la de todas las estrellas de la Vía Láctea juntas, es decir, 570 millones de veces mayor que la del Sol. Por otra parte, los astrónomos no se ponen de acuerdo sobre si fue realmente una supernova, para empezar: es posible que se tratase del desgarro de una estrella por un agujero negro.
http://www.investigacionyciencia.es/noticias/la-cercana-destruccin-de-una-nova-resplandeciente-15700
No hay comentarios:
Publicar un comentario