domingo, 11 de febrero de 2018

La rana ‘Romeo’ busca pareja para salvar la especie... y no hay respuesta


Esta foto de 'Romeo' ha sido tomada por Global Wildlife Conservation este viernes.

La rana Romeo, un maduro ejemplar de rana de Sehuencas (Telmatobius yuracare), lleva diez años croando en el Museo de Historia Natural Alcide d'Orbigny de Cochabamba (Bolivia), esperando la respuesta de una pareja. Pero sus cantos no solo no han sido atendidos, sino que es posible que nunca encuentre a su Julieta, ya que todo hace pensar que Romeo es el último ejemplar de esta especie endémica de Bolivia. En Ecuador, la especie Telmatobius ya se considera extinta y en Perú no se la ha vuelto a ver desde 2001.
Con una edad indeterminada y una esperanza de vida que los biólogos calculan que puede rondar los 15 años, ya no le queda mucho tiempo, si se tiene en cuenta que lleva una década en un acuario del Museo de Historia Natural Alcide d'Orbigny de Cochabamba. Por tanto, Romeo puede morir.
El último intento para buscarle pareja lo ha lanzado la Iniciativa Anfibios de Bolivia, que ha pedido dinero a través de las redes sociales para iniciar un trabajo de campo casi a la desesperada: buscar por las charcas, ríos y lagunas del país, especialmente del Parque Nacional de Carrasco, una pareja para el solitario Romeo. Y para ello necesitan recaudar 15.000 dólares.
Comparado con otras ranas de su género, Muñoz dice que Romeo tiene una llamada de apareamiento especialmente musical, y que ha ayudado a enseñar a biólogos sobre la historia natural de las ranas acuáticas de Sehuencas a través de los años. Es un anfibio tímido, que suele esconderse bajo las rocas. Solo sale cuando los cuidadores le sirven sus platos preferidos: gusanos de tierra, isópodos y caracoles. "Nosotros no queremos que pierda la esperanza" de encontrar pareja, dice Muñoz.
Y los investigadores tampoco. Por eso, la Iniciativa Anfibios de Bolivia espera encontrar a otros de su especie "para establecer un programa de reproducción". Y si no hubiera forma de conseguirle pareja, Muñoz no descarta acudir a la clonación para salvar a este anfibio particularmente amenazado por el cambio climático, la pérdida de hábitat, la introducción de predadores como la trucha en los ríos y sobre todo el hongo quitridio (Batrachochytrium dendrobatidis)culpable de otras extinciones a nivel mundial.
El equipo también realizará pruebas en el agua de los riachuelos y ríos, en lugares clave, en busca de trazas de ADN de las ranas, buscando confirmación de que siguen ahí, aunque los miembros del equipo no las vean directamente en las expediciones. Romeo no puede esperar

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