lunes, 12 de febrero de 2018

Los corales de aguas frías también se están muriendo

Una estrella de mar junto a un campo de corales 'Lophelia pertusa'.

Un estudio de investigadores españoles ha comprobado que el CO2 está provocando la acidificación del agua del océano. Si las aguas se calientan, pierden a las algas y mueren", dice el investigador del CSIC en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y principal autor del estudio, Fiz Fernández, "Los corales fríos viven en profundidades de hasta 3.000 metros a las que no llega la luz. Hasta ahora, parecían relativamente a salvo de la muerte que está castigando a los corales de aguas cálidas superficiales. Sin embargo, el estudio del IIM, publicado en la revista Nature, muestra que las aguas más frías y profundas también están siendo sacudidas por el calentamiento global. 

Las aguas tropicales, más cálidas y ligeras se desplazan hasta los polos y, una vez allí, el frío las hace más pesadas y bajan a capas más profundas, iniciando algo parecido a un viaje de vuelta. Los océanos han atrapado hasta un tercio del CO2 generado por las actividades humanas. Para esta especialista en el movimiento de las masas de aguas oceánicas, la clave del proceso es "la inyección de aguas superficiales procedentes de los trópicos en el océano profundo". Es lo que han observado los investigadores españoles en sus mediciones en el mar de Irminger, entre Groenlandia e Islandia. 

Era lo que se venía observando en los arrecifes de coral de aguas cálidas y es lo que empieza a suceder con los de aguas frías. Los autores del estudio han comprobado que la concentración de ion carbonato en las aguas profundas de esta zona del Atlántico se ha reducido en un 44% desde el inicio de la Revolución Industrial. "Son bioconstructores,capaces de generar por sí mismos arrecifes llenos de vida", explica el investigador del Instituto Español de Oceanografía y gran experto en Lophelia, Francisco Sánchez. Hace milenios los arrecifes dominados por este coral debieron extenderse por buena parte del Atlántico, pero ahora "todos los que hay por debajo del estrecho de Gibraltar están muertos", explica Sánchez, que no ha intervenido en el presente estudio. 

Pero hasta ahora no los ha matado el cambio climático, es un ecosistema que lleva siglos en regresión sin que se sepan bien las causas. Lo más probable es que el problema no se vaya a quedar en el mar de Irminger. Aquí y en el vecino mar de Labrador se inicia el regreso de las aguas, ahora frías, hacia el sur del Atlántico.

No hay comentarios: